Mañana, muerte blanca - John Marsden
La vida en la zona en guerra ha llegado a su sexto mes. El afán de supervivencia ha agudizado los sentidos de Ellie y sus amigos, y les ha envalentonado para planear una nueva estrategia. Ya no solo quieren defenderse, ahora también quieren plantar cara. Y no solo por tierra, también van a intentar aventurarse por el agua. La blanca bahía de Cobbler es un buen lugar para sabotear el buque cargado de contenedores, pero deben hacer un acercamiento sigiloso… su objetivo: sorprender con una explosión gigantesca.
Editorial: Molino
En esta tercera parte de la saga, nuestros protagonistas ya hace seis meses que vienen sobreviviendo a la invasión: ya es julio. Y este tiempo de ocultarse, resistir, intentar salir con vida de los ataques enemigos, los está volviendo locos: Lee tiene un tic nervioso, Robyn está cada vez más flaca (dejó de comer y dormir), Homer está depresivo, Ellie tiene pesadillas estando despierta, y Fi… bueno, está nerviosa, pero por dentro parece estar bastante mejor que el resto.
Y de pronto, aburridos de estar sin hacer nada, sin sentir la adrenalina correr por sus venas, deciden hacer algo: nada más ni nada menos que atacar el puerto de Cobbler, uno de los puntos más importantes para el enemigo, pero una locura total teniendo en cuenta que nuestro grupo de amigos apenas si cumplen la mayoría de edad, y ni hablar de lo improvisado de la mayoría de sus ataques anteriores. Esta vez deben ser más organizados, pensarse todo antes de hacer cualquier movimiento, ya que los invasores están más atentos –creen que los atacantes son un grupo mucho más organizado y numeroso de lo que realmente es, dada la magnitud de la mayoría de los ataques– y dada la “vulnerabilidad” por así decir, de tener en la mira ya no un pequeño puente o un par de casas, si no un puerto transitado por el enemigo, obviamente más vigilado y protegido que sus anteriores objetivos.
Al principio, sinceramente, no sucede nada que pongan los pelos de punta, como sí ocurrió con las dos anteriores partes de la saga. Están más calculadores, la experiencia los hace pensarse cada cosa que van a hacer, y por momentos se extraña la impulsividad que tenían en los primeros ataques. Sin embargo, a medida que va avanzando la historia, parece que llega toda la acción junta. ¡Pero de eso no les quiero adelantar nada!
Es asombrosa la calma que mantienen nuestros queridos personajes, en situaciones en que uno estaría gritando, corriendo, en fin, poniéndose al descubierto. Algunas cosas no salen como se planean, porque nada puede salir perfecto, sin embargo logran de alguna manera milagrosa seguir adelante.
Algunos personajes sorprenden por cómo reaccionan ante ciertas situaciones… En primer lugar, las reflexiones de Ellie (al ser la narradora, es a quien más conocemos profundamente) respecto de los invasores, en ciertos momentos en que se evidencia que la mayoría de ellos son sólo niños que apenas cumplen la mayoría de edad, y no tienen ni la menor idea de lo que hacen, o por qué. Por momentos nos hacen reflexionar sobre este tema, cómo en la guerra cada uno siente que el otro es el “malo” y que debe morir porque lastimó a conocidos, amigos, familiares…sin embargo ambos bandos son, al fin y al cabo, seres humanos. A pesar de esto, cada vez que algún invasor lastima –o intenta hacerlo– a alguno de nuestros protagonistas, nos olvidamos de los humanos, sus amigos o sus familias, y queremos que sufran todo lo que ellos están sufriendo, ¡parece todo tan injusto!
Por otra parte, debo admirar la valentía de Robyn. Ella era la única que hasta ahora no había podido realmente actuar de manera…desesperada, se podría decir. Siempre que podía, evitaba que mataran o hirieran a alguien, por más que esa misma persona podía ser alguien que hubiese lastimado a su familia o amigos. Sin embargo, llegado el momento, nos sorprende con su admirable coraje, y hace algo totalmente inesperado para salvar a sus amigos.
En esta segunda parte del libro más llena de acción, dan ganas de llorar, gritar, patalear desesperadamente. Y lo hacemos (bueno, no sé si gritar, pero llorar y desesperarse seguro).
Me encantó este tercer libro, quiero saber YA qué va a pasar ahora, y cómo van a seguir luchando por su libertad y la de sus amigos y familiares. Espero que no tarden en seguir las traducciones al español de los otros 4 libros, ¡porque me encantan las aventuras de estos adolescentes tan locos e impulsivos!
Datos curiosos
* A nuestro país (Argentina) trajeron muy pocos ejemplares de esta tercera parte de la saga.
* La saga está compuesta por 7 partes, de las cuales sólo 3 fueron traducidas al español hasta el momento.
* Además, el autor hizo un spin-off de 3 libros más, sobre la vida luego de la guerra.
* Este libro originalmente se publicó en el año 1995, pero las traducciones al español tardaron bastante en llegar.
Estos libros cuestan muy caros por acá :-( pero a mí me encantaría leerlos!
ResponderEliminarBesos
Sí es verdad... :(
ResponderEliminarTuve que vender mi alma para comprar este libro (?)
No, bueno, tanto no, pero lo sufrí!
Y para colmo ni siquiera se sabe si van a decidirse a seguir editándolos... pero bueno, siempre está la opción de comprar la versión digital que es mucho más barata, o conseguirlo usado :)