Entrevista a Melisa Merkusa Scheuermann

Antes de comenzar, te agradecemos por acercarte a darnos esta entrevista, es un placer tenerte de invitada en nuestro blog, Sueños y Palabras.

P: Sabemos que empezaste a escribir desde muy chica, que sos dibujante, y que sos licenciada en Comercio. ¿Cómo te gusta presentarte a vos? ¿Qué te inspira a la hora de escribir?
R:  Principalmente, lo que hago aparte de la carrera de licenciatura en Comercio, todo lo que es la escritura, el dibujo y la narración (ahora estoy haciendo Narraciones Ataviadas de Reina Krissta, que es mi personaje) es autodidacta, porque ya es una pasión, es algo que lo llevo. El tema de la escritura como novelista es como que no tiene un comienzo. Yo desde que recuerdo de chiquita, escribía y dibujaba… Novela sí recuerdo que empecé a escribir a los 8 años. Pero para mí, así como para una persona es normal caminar, es algo normal dibujar y escribir. El levantarme y tener un lápiz en la mano ya es mi inspiración… hay cosas que me predisponen más como el tema de la naturaleza, estar tranquila… Pero constantemente estoy escribiendo y dibujando.
P: ¿Qué te gusta leer y cuáles fueron los autores que te inspiraron a escribir?
R: Que sean mis favoritos y los tenga en la cúspide: Michael Ende (La historia sin fin, Momo, clásicos que me encantan) otro libro que me gusta mucho es El último unicornio de Peter Beagle. Otro que muchos conocen más que nada por sus pinturas pero yo lo conozco por sus escritos, sobre todo Hadas y Dragones, es Ciruelo Cabral que ahora está en España pero para mí sigue siendo mi vecino, tengo mucha admiración por él. Además, ahora que tengo más tiempo lo aprovecho para leer más autores contemporáneos y argentinos como Liliana Bodoc, Leonardo Batic que me parece que hay que darles más auge.
P: Cuando escribís, ¿tenés algún ritual que no puede faltar?
R: Ritual, ritual, no. Lo que sí, yo constantemente estoy pensando en las historias, y las historias vienen solas entonces siempre tengo que tener conmigo una lapicera y un bloc de hojas, porque en cualquier momento se me ocurre una historia y yo la escribo. Pero cuando me siento a hacerlo como una tarea, necesito estar sola, tranquila, y los mejores horarios son las 6 de la mañana... y ahí empiezo hasta las 6 de la tarde. Eso cuando estoy digamos en trabajo de escritura.

P: Contanos qué libros tenés editados actualmente y cómo fue tu experiencia a la hora de publicar.
R: Ahora en diciembre salió el quinto, Los Escritos de Dragón Rojo: memorias de un Ángel. El primero yo lo había escrito a los 11 años pero lo pude editar a los 16 (El Mundo de los Sueños), después le siguió Unicornios y Dragones a los 18 –tuvo una reedición en España cuando yo tenía 20–, en el 2011 salió Ányelus y ahora Los Escritos de Dragón Rojo. Todos fueron ediciones argentinas –a excepción de la que se editó en España. Me acuerdo que a los 14 años iba con mi mamá (quien siempre me acompañó, es como mi bastón) y nos sentábamos a esperar en las puertas de las editoriales, teníamos que ir con los originales escritos a mano y esperar a que nos atendieran. Me acuerdo que una vez salió un guardia y me dijo “Tenés que llamar por teléfono, la cabina más cerca te queda a cinco cuadras”, entonces tenía que caminar, buscar una cabina telefónica, llamar, volver… y así me pasé la mayoría de mi infancia y juventud. 
Como yo empecé a  trabajar desde muy chica, empecé a juntar dinero y me autofinancié las ediciones. A medida que fui creciendo me hice contactos, todo digamos a pulmón, me hice la edición, las presentaciones, la folletería… Empecé a agregar cosas como el personaje Reina Krissta que es mi narradora (es una reina trovadora que cuenta historias de distintos lugares), y  me empezaron a llamar para los festivales medievales. Es algo que requiere mucho esfuerzo, pero no es que nadie me obligue, yo lo elijo porque es algo que me gusta. Obviamente, a los 14 años se abrían pocas puertas, pero este año gracias a Dios se abrieron muchas. Es mucho esfuerzo, pero yo siempre digo que no hay que bajar los brazos, hay que seguir… hay muchísima gente que va a tratar de ponerte barreras porque bueno, no entienden. Pero tenés que seguir. Y yo en lo que puedo, a la gente que lo necesite la ayudo.
P: Ahora sí, queremos que nos cuentes un poco más de tus últimos libros, ¿con qué nos vamos a encontrar?
R: Te comento primero de Ányelus porque hay un tema que me parece sumamente importante y es que ¿por qué las grandes sagas tienen que estar ubicadas siempre en Europa, en Estados Unidos? Ányelus es una ficción-fantasía, un mundo inventado donde es todo fantástico. Es una saga que, si bien todos mis libros tienen un punto de conexión (porque me gusta que al lector que le interesa un autor encuentre un punto de relación en sus distintas obras), los podés leer por separado porque ninguno te condiciona a que tengas que leer el otro para entender. Este libro ocurre principalmente en la región del norte, se traslada a distintas partes del país –es una característica de todos los Ányelus, van trasladándose a lo largo del país–, y va pasando por distintas partes de la historia de la humanidad, en la que intervienen distintos personajes de ficción que hicieron cambiar el curso de la historia. Te presenta por ejemplo una tertulia en el Palacio de Versalles con María Antonieta, Luis XVI en el siglo xviii, una realidad que sucedió. Pero en esa realidad se plantean dos personajes de los que nunca se contó nada en los libros de historia. Entonces uno se pregunta si es una ficción o no. Y esta serie de hechos tan particulares que puede que hayan sucedido, cuando se desencadena lo que realmente pasó en la historia, queda la duda. Todo sucede en Argentina hasta que el personaje tiene que viajar a Europa, pero después vuelve a nuestro país.
En cambio, Los Escritos de Dragón Rojo es una obra que a mí me llena mucho porque la empecé a escribir hace unos 10 años, pero nunca me terminaba de convencer, le faltaban dos historias que no les encontraba forma. Hasta que me senté este año y en una semana me surgieron las dos historias que me faltaban. Son 7 cuentos cortos que se pueden leer separados como cuentos, o todos juntos como una novela. Y ahí se puede notar que se plantea una historia de un ángel que está muy estrechamente relacionado con un dragón.

P: ¿Qué opinás de la interacción que permiten las redes sociales entre autores y lectores? ¿Disfrutás el contacto con tus lectores?
R: Lo de las redes sociales lo empecé a descubrir más que nada este año, porque siempre me resistí al uso de la tecnología, yo soy del papel y el lápiz. Mi mamá empezó con el tema del Facebook hará 2, 3 años haciéndole publicidad al libro, y cuando aprendí a utilizarlo me pareció una herramienta fabulosa. Me parece muy importante el contacto lector-autor / autor-lector porque por más que sea un autor chiquito o uno grande, necesita al lector. Yo siempre digo que –a pesar de lo que he caminado, que me ayudó mi mamá muchísimo– soy lo que soy gracias a mis lectores, entonces soy una eterna agradecida y jamás dejaría de contestar un mail ni nada. A pesar de que a veces no me dan los tiempos, si tardo en contestar le pido disculpas, porque pienso que al lector lo tenés que respetar muchísimo, gracias a él estás. Por eso creo que la herramienta de las redes sociales utilizada bien, son un arma poderosísima, las aplaudo y fomento.

P: Sabemos que tanto la ilustración de las Crónicas del Fin de los Tiempos, así como la de Los Escritos de Dragón Rojo las hizo el famoso dibujante Ciruelo. Contanos cómo lo hiciste posible.
R: Mi historia con Ciruelo es de amistad, muy linda. Desde chiquita escribí y mi fascinación eran los unicornios y dragones. Cuando yo tenía 10 años Ciruelo recién estaba en España, no era muy conocido y yo ya era fanática de él. A los 18 años cuando vine a presentar Unicornios y Dragones en la Feria del Libro de Buenos Aires, yo expongo mis dibujos y mis libros y viene una chica a preguntarme si no eran dibujos de Ciruelo. “¡Noo!” le digo yo, que todavía no lo conocía, “Son dibujos que hago para mis libros”. Ella me pregunta “¿No lo conocés a él?” le conté que no personalmente, y me sugirió que me acercara a su stand, que estaba su mamá. Entonces yo fui con mis libros y hablé con ella y le conté que era fanática de su hijo, “¿Y vos que hacés?” me preguntó ella, entonces le comenté, le mostré el libro y me dice “¿No me podés dejar este libro?” (el de Unicornios y Dragones) y se lo dejé junto con mis datos, que también me los pidió. Habrá pasado un mes y me llega un mail de Ciruelo; su mamá le había mandado el libro a España y él había quedado interesado porque le había gustado el libro y mis dibujos, y me dijo que estaría bueno que en algún momento nos conociéramos. Ahí comenzamos con una amistad de mails. Se da que a mí me editan el libro en España y ahí es cuando yo viajo y lo conozco personalmente, y nos invita a una feria de cómics muy conocida, y a su casa. Teníamos muchos temas en común, y nos hicimos grandes amigos. Por eso cada vez que viaja a Argentina, yo viajo para venir a verlo, siempre estamos en contacto.
Con Ányelus fue muy lindo cómo conseguí la tapa. Mientras yo estaba escribiéndolo le iba pasando los capítulos a Ciruelo, y un día me dice “Tengo un dibujo que coincide con la historia”, y me lo manda. Cuando lo vi, era lo que yo me había imaginado para el libro, y me dice “Entonces será la tapa” y yo no lo podía creer. Junto con la imagen me manda unas líneas, que están antes del prólogo del libro. Él se sintió identificado con estas historias, y cuando más adelante le mostré el libro Los Escritos de Dragón Rojo le conté que yo quería que la tapa del libro fuera uno de sus dibujos, y le pedí que me dijera cómo hacer con los derechos; y él me contesta en el momento, porque de casualidad justo estaba conectado, y me dice “La tapa es tuya”.

P: ¿Actualmente estás escribiendo algo nuevo?
R: Actualmente estoy preparando un libro pero me están faltando algunos datos –yo siempre digo que el escritor tiene también la tarea de investigador–, tengo que terminar algunos detalles del segundo libro de Ányelus. Lo que sí quiero retomar El Mundo de los Sueños, y quiero hacer uno más chico porque es un libro de 500 páginas y si bien es un libro juvenil quiero achicarlo. Además me piden en la editorial un libro para niños, sobre todo porque mi personaje Reina Krissta (la reina de los dragones) está más que nada dedicada a los niños. Me llaman para los festivales y cuento una gran cantidad de historias que todavía no tengo escritas en papel.

P: Desde tu experiencia en la autoedición, ¿querés dejarle algún consejo a nuestros lectores?
R: El consejo que yo les podría dar es que todo sacrificio tiene sus réditos. El hecho de ser escritor, de ser artista no es fácil, pero tampoco es imposible. Es una cuestión de empeño y dedicación. Si alguien va a hacer una autoedición obviamente tiene que tener otro trabajo, tiene que ser muy disciplinado en lo que es ahorros para poder después invertir, y digo inversión porque no es un gasto, a la larga tiene sus réditos. 


2 comentarios:

  1. Hola!! Muy linda entrevista, me encantó!!
    Qué hermosa la historia de esta chica, que escribe desde que tiene memoria y ya tiene publicados unos cuantos libros, algo que todos los escritores tendrían que tener en cuenta para no rendirse cuando ven que no es tan sencillo que te publiquen un libro, y menos si uno se banca los gastos.
    Me picó la curiosidad con todos sus libros, en especial Los Escritos del Dragón Rojo porque, además de que yo también amo a los dragones, la sinopsis me llama muchísimo la atención! Está muy bien armada, con la suficiente info para q a uno le atraiga sin contar demasiado!
    Coincido con que Ciruelo es un gran artista, como todos sabemos. Qué suerte la suya de haberse convertido en su amiga y que haga las portadas de sus libros, son preciosas!
    Voy a leer el primer capítulo de su nuevo libro que dejó en su fanpage, pero ya me veo comprándolo! Jajaja

    Saludos!
    PD: mencioné q a mi también me encantan los dragones? :P

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  2. Tuve el gusto de conocerla personalmente hoy excelente persona un ejemplo a seguir mas que nada para los jovenes . todo lo que uno desea de corazon co n sacrificio y dedicacion sé logra.

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