Pierce conoce el más allá. Ha estado allí antes.
Por mucho que intente recuperar su vida de antes del accidente, alguien la retiene. Cuando cambia de ciudad y empieza a ir a un nuevo colegio, siente que por fin podrá dar un giro a su vida y quizá deje de sentir miedo.
Pero de nuevo resulta imposible. Él la encuentra y la necesita de vuelta. Pierce sabe que él no es precisamente su ángel de la guarda y que no ha venido directamente del Paraíso, sino de un lugar mucho más sombrío. Escapar es imposible, sobre todo porque él aparece cuando ella menos lo espera... y también cuando más lo necesita. El más mínimo titubeo la puede conducir irremediablemente hacia donde más teme: el inframundo.
Editorial: Molino
Por mucho que intente recuperar su vida de antes del accidente, alguien la retiene. Cuando cambia de ciudad y empieza a ir a un nuevo colegio, siente que por fin podrá dar un giro a su vida y quizá deje de sentir miedo.
Pero de nuevo resulta imposible. Él la encuentra y la necesita de vuelta. Pierce sabe que él no es precisamente su ángel de la guarda y que no ha venido directamente del Paraíso, sino de un lugar mucho más sombrío. Escapar es imposible, sobre todo porque él aparece cuando ella menos lo espera... y también cuando más lo necesita. El más mínimo titubeo la puede conducir irremediablemente hacia donde más teme: el inframundo.
Editorial: Molino
Reseñado por Erika Wrede.
Tras este accidente, por el cual su madre culpa al padre de Pierce por no haber estado atento, ellos deciden separarse y juntas se van a Isla Huesos, donde su madre nació. Allí está toda su familia, a quien hacía tiempo que no veía ya que se suponía que nunca había vuelto. Sin embargo, Pierce y su madre mantienen en secreto que unos 10 años atrás viajaron a Isla Huesos, cuando falleció su abuelo, porque al padre de Pierce no le gustaba nada ese lugar. Y a partir de ese momento, en que conoce a un personaje muy peculiar, cosas extrañas empiezan a pasar.
Lo llamativo de esta historia es lo que pasa cada vez que Pierce está en peligro: aparece su no-ángel guardián. Podría decirse que es exactamente lo opuesto a un ángel, pero se comporta como tal con ella cuando más lo necesita.
Aunque cada vez que lo hace deja un desastre a su paso y se va así sin más, dejando a Pierce con situaciones inexplicables, que no hacen más que hacerla quedar peor parada. Todo esto se agrava por el hecho de que desde que “volvió” suceden estas cosas que solo hacen que ella quede como una pobre chica cuya razón se perdió en el camino de la resucitación en el hospital.
Es por todas estas situaciones que empieza de cero junto con su madre en Isla Huesos. Pero obviamente los problemas no quedan atrás, y esta vez parece que se pone peor la cosa. La única ventaja es que logra hacer algunas amistades que no la juzgan por su pasado ya que están en situaciones aparentemente similares.
Varias cosas me encantaron de este libro. En primer lugar, la referencia al mito de Perséfone y su paralelismo con la historia, así como los epígrafes de la Divina comedia de Dante Alighieri al comienzo de cada capítulo. Meg Cabot no pudo haber encontrado mejores citas para introducir cada parte de esta historia. Lo segundo que más me llamó la atención, fue que no tiene -a mi parecer- relación alguna con lo que las citas que usaron en la contratapa para llamar la atención dicen que trata el libro: “Si no pudiste soltar la saga Crepúsculo y estás loca por las Crónicas Vampíricas, te encantará Abandonada” (Revista Seventeen). Supongo que dado el origen de la recomendación, no se esperaba menos, pero sinceramente no tiene absolutamente nada que ver. En primer lugar, porque no hay vampiros (que es la primera impresión que da), y en segundo lugar, porque no me parece una historia más. Creo que logró romper con varios clichés que ya estaban bastante gastados en este género. No hay romance, apenas un atisbo recién se podría decir al final del libro, lo que demuestra que no es necesario que los protagonistas anden persiguiéndose melosamente para que haya una buena historia. Por otro lado, el libro sucede en el transcurso de un par de días (menos de una semana), sin embargo no se hace interminable la historia, todo lo contrario.
Lo único que no me cerró fueron algunas cosas respecto a la redacción, pero tengo la duda de si es así en el original o si es una cuestión de traducción. En primer lugar, hay demasiadas aclaraciones interminables entre guiones, y cuando uno terminó de leer eso ya se olvidó de qué hablaba la oración principal, y no está bueno.
En segundo lugar, no está bien delimitado el paso del relato en presente al relato de flashbacks. No hay ni una división espacial o tipográfica (¡cursiva, negritas, algo!).
Por último, en algunas partes tuve como déjà-vu que me hicieron recordar a Oscuros. Sobre todo el tema de los pabellones para chicos “especiales” o problemáticos, y en varias ocasiones cierto personaje me recordó bastante a Cam.
Salvo ese tipo de cuestiones, la historia en general no tiene desperdicio alguno. Me pareció que Cabot (que vale aclarar es una autora con bastante experiencia, tanto en el género como en otros) supo relatar una situación que si bien es fantástica, o más bien paranormal, está tan bien lograda que uno llega a convencerse de que perfectamente podría ser cierto. De hecho, muchas religiones se cuestionan y tienen diferentes teorías de lo que pasa cuando uno muere, por lo que esta podría ser una versión perfectamente válida.
La historia logra atrapar de principio a fin, no solté el libro ni un momento, así que lo recomiendo muchísimo y espero que puedan disfrutarlo tanto como yo lo hice.
Abandonada es la primera parte de una trilogía, que continúa en: Underworld y Awaken, todavía sin fechas de publicación en español confirmadas.
No sabía que estaba en la Argentina! Le tenía ganas de antes, un tiempo que me volvía loca por Persefoné y ahora tengo ganas de leerlo. Ojala que me guste mucho :D
ResponderEliminarLo que si me tira un poco para atrás, es lo que decís sobre la redacción.
Voy a ver que hago, y espero encontrarlo dentro de poco porque no lo había visto en la librería.
Nos vemoos!