Landline. Segundas oportunidades - Rainbow Rowell
Alfaguara
Dos días antes de Navidad, Georgie le dice a su esposo, Neal, que no podrá acompañarlo a visitar a su familia en Omaha. Ella es una ocupada guionista de televisión y por un imprevisto tendrá que quedarse en Los Ángeles. Neal decide hacer las maletas y llevarse a los niños, sin importar que Georgie no los acompañe, cosa que ella definitivamente no esperaba. Tras este suceso y una verdadera angustia al pensar que pudo haber arruinado todo, descubre una manera de comunicarse con su esposo en el pasado. Parece que el destino le está dando una oportunidad de arreglar su matrimonio, ¿deberá intentarlo? A lo mejor Neal estaría mejor si nunca se hubiera casado con ella..
Finalmente, terminé de leer Landline. Segundas oportunidades
de Rainbow Rowell.
¿Me gustó?
Sí.
¿Era lo que esperaba?
No.
A decir verdad, empecé la novela con muchísimas
expectativas. Eleanor & Park se encuentra entre mis lecturas favoritas, así
que esperaba toparme con algo similar (a nivel impacto) con Landline. Y ese fue
mi gran error.
La pluma de Rowell nunca decae. Siempre nos deleita con
diálogos graciosos y con mucho espíritu, pero hubo algo que le faltó. No sabría
explicar exactamente qué, pero mi inclinaría a decir que la falla estuvo en la
protagonista. Si bien por momentos pude conectar con ella, en otros pensaba: “Vamos,
flaca, se supone que sos madre, tenés dos hijas, ¿qué estás haciendo?”.
Por otro lado, sí pude entender a Neal, ¡pobre tipo! Aunque a veces sentí era algo exagerado, como lector me podía poner en su lugar. En
cambio, con Georgi no me ocurrió lo mismo. Me dejó la impresión de que tenía
una actitud muy teen, cuando estaba leyendo una novela que es para adultos (o crossover). Si ella hubiera tenido diez años menos, probablemente, la crítica no sería esta.